miércoles, 12 de octubre de 2011

ESTRES

EL ESTRÉS ES UN VERBO, NO UN SUSTANTIVO


    Una mujer que parece angustiadaUna mujer que parece angustiada

    Estudios científicos han demostrado durante décadas que el estrés nos hace vulnerables y propensos a contraer enfermedades. Sin embargo, seguimos refiriéndonos al estrés como algo que “nos sucede”. La conocida escala que mide el Estrés de Holmes y Rahe, creada en los años sesenta, sugiere que eventos como el divorcio, cambiarse de casa, casarse o tener un bebé, son eventos intrínsecamente estresantes de manera previsible. Los nuevos descubrimientos de la Biología nos demuestran que el estrés es algo que nos creamos, que nos hacemos a nosotros mismos, cuando atendemos a pensamientos y creencias negativas, con las elecciones que hacemos o las decisiones que tomamos.

    Una mujer muestra signos de estrés

    Podemos convertir un acontecimiento cualquiera en nuestras vidas en una comedia o una tragedia dependiendo de la forma en que lo percibimos y lo manejamos.

    Un divorcio, por ejemplo, podría ser un alivio para ambas partes y puede contribuir a que la relación entre ambos se suavice y relaje, permitiendo que los hijos (si los hay) ya no perciban esa tensión y puedan todos cambiar sus vidas positivamente. Por el contrario, un divorcio también puede convertirse en una batalla interminable por el dinero y la custodia de los hijos, dejando que la relación esté dominada por el resentimiento, la culpa y la dependencia. Asimismo, tener un bebé puede ser un regalo invaluable o una prisión miserable. Cambiarse de casa puede ser un placer o una pesadilla, si te dedicas por años o meses a buscar la casa apropiada o si, una vez que la tienes, comienzas a hacerle renovaciones interminables. La decisión es únicamente tuya. El estrés es entonces un verbo. Si estás bajo estrés te estás estresando a ti mismo.

    Cualquiera que sea la situación tienes la habilidad de elegir la respuesta, ya que son los pensamientos y las creencias que tienes los que están originando el estímulo estresante. Así como podemos elegir pensamientos negativos que generan una respuesta estresante; podemos elegir otros pensamientos que nos saquen de esa situación. El estrés es un mensaje. Es una invitación personal a hacer un cambio para bien. Es como un memorándum que viene de nuestro interior diciéndonos URGENTE - cuida de ti-, o AYUDA- busca apoyo-, o SIN BATERIAS –recárgalas-, o IMPORTANTE –trabaja inteligentemente –. El estrés no es un castigo. No es debilidad. Es información. ¡Úsala!

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